Europa en su conjunto se encuentra en un cruce de caminos. Es cierto que sigue siendo una de las regiones más innovadoras, seguras y prósperas del planeta, pero el Informe de Mario Draghi para la Comisión Europea advierte que “la Unión Europea se enfrenta a un desafío existencial”. Mantener el protagonismo económico en el nuevo escenario global, protagonizado por la pugna estratégica entre Estados Unidos y China, demanda una apuesta clara por la reindustrialización, lo que se ha denominado el renacer industrial europeo.
En Euskadi debemos compartir esta reflexión y actuar en consecuencia. Por historia, experiencia, capacidades propias y ambición nos corresponde participar en primera línea en este renacer industrial. Debemos propiciar las condiciones para afrontar el “Industry Deal”.
Contamos para ello con capacidades tecnológico-industriales y con un modelo de colaboración público-privado. Mantenemos una apuesta por la innovación y la internacionalización de nuestra actividad productiva. Hemos definido la estrategia para abordar la transformación digital y energética. Disponemos de instrumentos financieros para impulsar una política económica, financiera y tributaria propia capaz de favorecer la inversión, crecimiento y arraigo de las empresas.
El compromiso del Gobierno y del conjunto de las instituciones vascas es propiciar las condiciones para favorecer una economía de futuro dinámica y abierta, en línea con las orientaciones de la Unión Europea en favor de las inversiones estratégicas transformadoras, la sostenibilidad económica y el apoyo a la competitividad de las empresas desde la administración pública.
Es cierto que nos encontramos en un contexto de gran incertidumbre, elevados tipos de interés, debilidad de la demanda y conflictos geopolíticos. Ahora bien, el escenario económico presupuestario en Euskadi es positivo, nos permite aprobar programas de ayuda y adoptar decisiones de inversión con una visión de futuro.
Mantenemos una previsión de crecimiento de la economía vasca del 1,9% para este año y del 2,1% para el próximo, incluyendo una expectativa también positiva en el sector de la industria y la energía con un crecimiento estimado del 0,7% este año y del 1,6% el siguiente. En este escenario de crecimiento, el Gobierno acomete la aprobación del Plan Industrial 2028 que, desde una visión integral, va a sumar todas las iniciativas orientadas a impulsar el motor de la industria en nuestro País atendiendo a los ámbitos clave de la tecnología, innovación, infraestructuras, sostenibilidad, internacionalización, financiación, emprendimiento, talento o gestión de personas.
EN ESTE ESCENARIO DE CRECIMIENTO, EL GOBIERNO ACOMETE LA APROBACIÓN DEL PLAN INDUSTRIAL 2028 QUE, DESDE UNA VISIÓN INTEGRAL, VA A SUMAR TODAS LAS INICIATIVAS ORIENTADAS A IMPULSAR EL MOTOR DE LA INDUSTRIA EN NUESTRO PAÍS
Entendemos que nos encontramos ante un reto compartido y, por ese motivo, vamos a reforzar la colaboración en el ámbito de los Clústers, las Cámaras de Comercio, la Universidad, los Centros tecnológicos o de innovación o las Asociaciones profesionales, prestando especial atención a las pequeñas y medianas empresas.
Se trata de responder adecuadamente a los retos y cambios estructurales de la descarbonización, la digitalización y la transición social, tratando de aprovechar oportunidades y mejorar la competitividad. Se trata, en definitiva, de desarrollar un ecosistema propio más competitivo capaz de atraer proyectos empresariales que generen inversión, riqueza y oportunidades de empleo de calidad asociadas a la industria y los servicios avanzados.
De cara al año 2025 hemos destinado 632 millones de euros al Departamento de Industria, Transición energética y Sostenibilidad. Vamos a poner a disposición de las empresas más suelo industrial y ampliar los parques tecnológicos, mejorando también nuestra capacidad logística.
Estamos considerados como “País innovador fuerte” por la Unión Europea y vamos a mantener la apuesta por la innovación. Incrementaremos el presupuesto público por encima del 6% y vamos a ampliar nuestro abanico de actuación incorporando los “Faros vascos de innovación”, entendidos como ámbitos estratégicos en los que concentrar nuestro el esfuerzo público de inversión. Así, primaremos materias como la Inteligencia Artificial aplicada a materias como la salud, la educación o el euskera; impulsaremos las áreas de Salud personalizada, Conocimiento y Gobernanza o Generación de talento. La apuesta por el conocimiento avanzado y la innovación es la base para garantizar el bienestar presente y futuro.
Contamos para ello con nuestras propias herramientas y capacidades. Vamos a destinar el próximo año 1.500 millones de euros a inversiones productivas fundamentales para nuestro crecimiento. Además, estamos en disposición de crear un Fondo de Inversión para el Desarrollo de Infraestructuras Industriales que atraiga capital privado, impulsar del Fondo Finkatuz para inversiones estratégicas que garanticen crecimiento, arraigo y tracción, así como reforzar la actividad del Clúster Financiero e Inversor BasqueFik.
Euskadi debe ser motor de la reindustrialización de Europa. Compartimos el desafío de convertir los retos globales en oportunidades económicas. La experiencia y saber hacer de nuestro País orienta nuestra estrategia a los ámbitos de economía del dato, industria financiera, sector aeronáutico y aeroespacial, inversiones vinculadas a la transición energética, la descarbonización, el sector biosalud o las industrias culturales y creativas. Contamos con capacidad humana, tecnológica y financiera para atraer nuevas inversiones y dar un salto cualitativo en los sectores emergentes de actividad. Vamos a ir a por ello. Es el momento de tomar decisiones importantes para el futuro de Euskadi.
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