La financiación de operaciones corporativas y compra de naves impulsan la actividad y rompen la atonía del primer cuatrimestre
El termómetro económico de Luzaro indica que la financiación parece entrar en un nuevo ciclo en el que la inversión gana protagonismo. La directora de la entidad, Carmen Fuentes, ha explicado a Empresa XXI que la evolución de menos a más del ejercicio se refrenda en el hecho de que “nuestra formalización de operaciones se elevó a 8,5 millones de euros al cierre de abril, para alcanzar los 16 millones en el primer semestre, pero con una cartera pendiente de formalizar superior a siete millones”. Este resultado supuso el realineamiento con el objetivo del plan de negocio, en el que habían establecido un volumen total de 37 millones de euros: “En principio, los datos de julio -subraya la directora de Luzaro- apuntan a que alcanzaremos ese nivel. En julio, las operaciones en cartera se incrementaron hasta once millones y la formalización superó los diez millones de euros, lo que supone el mayor registro mensual en nuestro histórico”.
El dinamismo del mercado, para Carmen Fuentes, se debe a que “una gran parte de las operaciones de inversión quedaron embalsadas, en los primeros meses del año. Las entidades y las empresas estaban más concentradas en las novaciones de las líneas de avales públicos”, etapa que una vez completada impulsó el resto de la demanda. Como destaca, “la mayoría de estos préstamos se han destinado a respaldar operaciones corporativas, como la compra de unidades de negocio y pabellones, que ha crecido con fuerza; y, en algunos casos, la ejecución de planes de sostenibilidad y eficiencia energética”. La directora de Luzaro también confía en que este repunte de la demanda de financiación tenga continuidad con la estela que abrirán los planes ‘Next Generation EU’: “ya hemos analizado varias operaciones de empresas que participan en el Corredor Vasco del Hidrógeno”. Este tipo de inversiones, además, encaja perfectamente en “los objetivos de la línea Luzatu, activada este año con el apoyo del Gobierno Vasco y que facilita financiación a las empresas para operaciones especiales, a plazos de hasta diez años, y con carencias de entre cinco y siete años”.
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