Las diputaciones, de momento, no aplican los cambios introducidos por Moncloa
Las EPSV individuales aguantaron el chaparrón en 2020. El efecto de la pandemia en el empleo y las retribuciones únicamente parece haber moderado el crecimiento de las aportaciones, gracias al papel de antídoto de la mayor propensión al ahorro en el periodo epidémico. Si se toma como referencia la estadística a septiembre de la Federación de EPSVs de Euskadi, se comprueba que las aportaciones crecieron un 2,0 por ciento, hasta 180 millones de euros. Este avance resultó más moderado que el registrado a junio, el 6,3 por ciento.
Este dato hay que matizarlo por el hecho de que el tercer trimestre supuso el fin del confinamiento, lo que animó el consumo. De hecho, el líder del sector, Baskepensiones, destacó los “buenos resultados de la campaña de ahorro-previsión de final de año”, en la que las aportaciones netas a final de noviembre fueron de 79,6 millones, un 128,6 por ciento más que en 2019. De todas formas, calcular el resultado final del año siempre resulta complejo, dado que más del 55 por ciento de las aportaciones anuales se ejecutan en el último trimestre. Por ejemplo, las EPSV individuales recibieron 246 de los 425 millones aportados en 2019. Por ese motivo, lo más probable es que ingresen cuotas ligeramente por encima de los 425 millones de euros en 2020. Desde Baskepensiones, en este sentido, han señalado en su información pública que, “aunque las aportaciones mantienen un carácter estacional, cada vez son más los clientes que fijan unas cuotas periódicas. Más de un tercio de los partícipes de estos productos han establecido ya este modelo. También crece de manera notable la operativa online de los productos de previsión. Las contrataciones de nuevos productos se han incrementado cerca del 30 por ciento; y el volumen total de las aportaciones realizadas, el 20 por ciento”.
Las prestaciones de las EPSV individuales se recortan en 2020
Las EPSV sí recogieron en su patrimonio las tensiones vividas en todos los mercados de activos. A septiembre, el crecimiento de este apartado en la modalidad individual se elevó al 1,2 por ciento, acumulando 11.834 millones. En sentido contrario, las prestaciones mantuvieron un claro recorte del 19 por ciento, hasta 243 millones, lo que ayudará a lograr un saldo positivo en la comparativa aportaciones/pagos y a que mejore los 70 millones de euros de diferencia alcanzado en 2019.
Las EPSVs de empleo, por su parte, tampoco registraron alteraciones significativas. Las aportaciones crecieron un 4,8 por ciento, básicamente por el mayor caudal aportado por Itzarri (Gobierno Vasco); el patrimonio retrocedió un 2,8 por ciento; y las prestaciones crecieron un 2,6 por ciento. En este caso, conviene subrayar que los pagos ya superan de forma estructural a las aportaciones. Esta situación no revertirá hasta que se adopten las medidas de generalización de la previsión de empleo, por la que apuesta el Gobierno Vasco a través de las EPSV de Empleo Preferente. El nuevo modelo ya está configurado, pero falta determinar las ventajas de la herramienta, lo que impide su expansión y la transformación de las actuales EPSV. Otra incógnita que surge en el horizonte es el efecto que puede tener la diferenciación fiscal de las modalidades individual y de empleo. Los Presupuestos del Estado para 2021 han modificado las desgravaciones, elevando de forma exagerada las de empleo, como dicen en el sector: “un brindis al sol”; y reduciendo de forma intensa las individuales, hasta un nivel “insuficiente para generar un ahorro-previsión atractivo y efectivo”. Estas medidas no se aplicarán en los territorios forales, aunque no se debe olvidar que PSOE, Podemos, PNV y EH-Bildu votaron a favor del cambio. Por tanto, cuando se acometan las reformas, no debe descartarse un alineamiento coherente con lo votado en las Cortes.
EPSV Individuales: Los datos de la Federación de EPSV de Euskadi elevan el patrimonio de la modalidad individual hasta 12.000 millones de euros. El número de socios creció por encima de los 680.000, con otro avance del 1,2%. EPSV de Empleo: Por efecto de las mayores prestaciones y la evolución de los mercados, el patrimonio de las EPSV de empleo marca cierto agotamiento en su crecimiento. Se mantiene por encima de los 13.000 millones de euros, a la espera de un impulso de las mayores rentabilidades. El número de socios se fijo en más de 485.000, un 2% más que en 2019.
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