Más allá de las algaradas y las revueltas a las que lamentablemente nos estamos acostumbrando, es lamentable que no ocupe la primera plana de los medios de comunicación el partido más importante que nos jugamos como país en estos próximos años. No, esta vez no se trata de la Roja, ni de Fernando Alonso en su vuelta a los circuitos de la Formula 1, ni el siguiente Roland Garros de Rafael Nadal, ni siquiera de las próximas Olimpiadas de Tokio. El caso es que en los meses que vienen tendremos la oportunidad de acceder a una parte substancial de los fondos Next Generation de la Unión Europea. Pueden ser 70 millardos de Euros a fondo perdido y una cantidad similar en créditos, cifras nada desdeñables para un país en el que el volumen de inversión pública en 2019 rondó los 25 millardos.
A finales de próximo mes de abril, nuestro país deberá presentar un plan definitivo que habrá de aprobarse en los dos o tres meses posteriores. Nuestro partido se juega en una acertada definición de los proyectos y en la presentación de un plan que se muestre eficaz y creíble, algo en lo que, según un reciente estudio de la Caixa, España no destaca necesariamente. Una Comisión presidida por políticos con capacidad y credibilidad cuestionable y un gobierno debilitado por su excesiva dependencia de otros partidos, con intereses no necesariamente alineados con los objetivos que realmente persiguen estos fondos, no parecen el mejor punto de partida. Tampoco el hecho de que no esté clara la involucración necesaria del sector privado en la ejecución de los proyectos. Necesitamos a los mejores. Nos jugamos mucho en el empeño, así que este año, más que criticar la lista de Luis Enrique, sdeberíamos prestar atención a la que finalmente se encargue de conseguir estos fondos y de aplicarlos de una manera eficaz y eficiente. Tener un equipo entrenado, bien dirigido, con las metas y los objetivos intermedios claros va a ser fundamental. En esta competición no vale con pasar a cuartos. El objetivo es ganar esta batalla. Hacer un país mejor, más competitivo y sostenible. Este es el verdadero partido.
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