Intervención de Carmen Fuentes en la presentación del ‘Quién es Quién en la Economía Vasca’.
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La actividad de Luzaro registra un importante balanceo hacia la financiación de inversiones empresariales en detrimento de las operaciones de consolidación, un movimiento que se corroboró en 2021, en el que “el 93 por ciento de los préstamos participativos cubrieron necesidades de inversión”, como ha manifestado a Empresa XXI la directora de la entidad, Carmen Fuentes.
"Hemos empezado 2022 con un ritmo de actividad alto, pero las incertidumbres crecen y condicionan el resto del ejercicio"
Este salto se podría atribuir a una menor necesidad empresarial en la reestructuración de balances, dado que las líneas públicas de avales han copado este negocio, pero la realidad es que Luzaro, en 2021, batió su récord anual de financiación de inversiones: “En 2021 -ratifica Carmen Fuentes- formalizamos 145 operaciones con un volumen de 42,850 millones de euros, un 34 por ciento más que en 2020 y el tercer mejor resultado histórico tras 2012, que quedó condicionado por la refinanciación de avales de la anterior crisis, y 2019, en el que formalizamos 46 millones. Pero en 2021, las operaciones de inversión se elevaron a 40 millones de euros, una cantidad muy superior a la de cualquier año de la serie”.
Las claves del mayor posicionamiento de Luzaro en la financiación de inversiones se debe, en parte, al crecimiento “de las operaciones corporativas relacionadas con la compra de empresas, participaciones y pabellones. En Luzaro, estas financiaciones se incluyen en la línea de préstamos participativos de inversión, y les ofrecemos las mismas condiciones de precio y plazo: hasta diez años y tipos, en su parte fija, a euríbor más 0,50 con aval de Elkargi, o 0,70 sin la garantía; y un variable, dependiendo de los beneficios de la empresa, con un máximo de 0,50 puntos. En ningún caso se supera el euríbor más un punto con aval, o los 1,20 puntos sin respaldo de SGR”.
Los préstamos de Luzaro también recogen la diversificación de la economía vasca hacia nuevos sectores: “la industria manufacturera mantiene un peso del 49 por ciento en nuestro riesgo, pero los servicios conexos a la industria representan ya el 15 por ciento y la biosalud gana peso año a año”.
La mejor noticia para Carmen Fuentes es que la actividad no ha perdido fuerza en 2022: “las formalizaciones hasta marzo han superado las de 2021. Estos datos nos sitúan en línea con el plan de negocio, en el que hemos presupuestado 45 millones de euros, aunque las incertidumbres crecen y condicionan el resto del ejercicio. También dependerá de si se amplían las carencias de los avales ICO y Elkargi de 2020, que finalizan en el segundo trimestre de 2022, lo que reduciría la previsión para las operaciones de consolidación”.
La liquidez para atender este objetivo se garantiza por la firma con el BEI del crédito que la asegura para 2022 y por los buenos datos de 2021: “El año pasado aumentamos las dotaciones y saneamientos todo lo permitido por la cuenta de resultados y, además, la morosidad se mantuvo ajustada y la solvencia muy alta (29,57%), a pesar de que el riesgo vivo creció 11,5 millones (+8,3%) y alcanzó 149 millones”, como subraya Carmen Fuentes.
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