“El viento empieza a soplar a favor”

El presidente y el consejero delegado de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri y Gonzalo Gortázar, presentaron el primer plan estratégico de la entidad tras la fusión con Bankia a 2.000 directivos el pasado 19 de mayo. El proyecto, con horizonte 2022- 2024, fija como objetivos un gran esfuerzo en “la mejora de la eficiencia, del 58 al 48 por ciento, y en la obtención de una rentabilidad (Rote) superior al 12 por ciento”. Para lograr este avance en productividad y rentabilidad, Gortázar se mostró optimista al asegurar que para este viaje “el viento empieza a soplar a favor”, gracias a que se difuminan las consecuencias de la crisis financiera (tipos negativos), la pandemia y el mayor proceso de integración bancaria en España.

Disrupción en el negocio

Goirigolzarri, por su parte, afirmó que el Plan 2022-2024 “es la respuesta de Caixabank al cambio velocísimo y tremendamente disruptivo que se está produciendo en la sociedad y en el sector financiero”, cuyas tres grandes tendencias son “la digitalización, la sostenibilidad y el modelo de distribución”.

Entre los factores que contribuirán a una navegación financiera menos convulsa hasta 2024 destacan la previsión de que el margen de intereses de la entidad crezca a un ritmo medio anual del 8 por ciento, a pesar de que el volumen de crédito sano se mantendrá en un nivel similar al actual y a que el ahorro a largo plazo de los clientes lo hará a una media anual del tres por ciento, sin incluir la revalorización. La subida de tipos también contribuirá a impulsar las oportunidades en la cartera ‘Alco’ (bonos soberanos).

Otro foco especial de la gestión de Caixabank se articulará alrededor de la inteligencia artificial para elevar la efectividad comercial y mejorar la gestión del riesgo y las funciones de control. Objetivos financieros y de capital Caixabank, como referencia para los accionistas, prevé que la rentabilidad crezca por encima del coste de capital. Para ello, los ingresos superarán de media anual el 7 por ciento y el margen de explotación el 15 por ciento. El capital disponible para distribuir será de 9.000 millones de euros y el ‘payout’ en efectivo como mínimo del 50 por ciento. Además, el coste del crédito caerá por debajo del 0,35 por ciento y el ratio de mora bajará del 3 por ciento.

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