Una trayectoria industrial impregnada en papel celulosa

Unai Galarraga ha cumplido 15 años al frente de Bellmer Ibérica, la filial en España del grupo papelero alemán Bellmer, desde que en 2010 la empresa familiar decidiera implantarse en el País Vasco, en parte animados por las capacidades del ingeniero tolosarra. En estos años, “el crecimiento ha sido progresivo de acuerdo a la mayor actividad que hemos ido generando”, señala Unai, pasando de emplear 20 personas con una facturación de entre 3 y 4 millones de euros a conformar una plantilla de 73 profesionales, con una cifra de negocio de 58 millones. La trayectoria de Unai siempre ha estado directamente ligada al sector del papel y la celulosa. Con sus estudios de ingeniero papelero se estrenó como responsable técnico en la factoría valenciana Papelera Silla, y, tras un periodo de 6 años, volvió a su tierra natal para integrarse en el área técnico comercial de Gorostidi, fabricante de equipamiento para la industria del papel, atendiendo proyectos en Asia y sur de Europa.

"La percepción de la industria papelera es hoy diferente"

El contacto con Bellmer surgió en el transcurso de una etapa como empresario de su propia agencia comercial, a raíz de la representación de la alemana Kufferath, que sería absorbida por el grupo multinacional. La relación comercial fructificó y los propietarios de Bellmer mostraron su interés por España, como enclave para actuar en los mercados del sur de Europa y Latam, desde una nueva filial. “Nos dimos cuenta de que las zonas de Tolosa, Mungia y Valladolid esconden, además de tradición, mucho conocimiento y profesionalidad en un sector que, debido a su consideración como industria contaminante y decadente, no brillaba”. Hoy “la percepción de la industria papelera es diferente. Genera inversión, buenos niveles salariales, es gestora de residuos, una pieza clave en la economía circular, y con una incorporación constante de avances tecnológicos, en una apuesta firme por la bajada de emisiones de CO2 y la sostenibilidad”.

"Hemos crecido con autonomía financiera"

Bellmer Ibérica desembarcó en la localidad guipuzcoana de Urnieta en 2010 con Unai Galarraga como managing director (MD), designado por la familia Kollmar para liderar los inicios de la actividad productiva. Y hasta hoy. La compañía cubre tres ámbitos del proceso papelero: preparación de pastas, fabricación de máquinas de producción de papel, y diseño de sistemas aerotérmicos y de vapor y condensados. “El camino nunca es sencillo, reconoce Unai, mucho trabajo, algún éxito, pero también muchos inconvenientes, aunque desde el inicio fuimos financieramente sostenibles, gracias al impulso de algunos buenos proyectos”. Cierto es que el grupo Bellmer es fuerte financieramente, pero “nunca hemos tenido que pedir ayuda ‘al aita y la ama’. Hemos ido creciendo sin dependencia financiera”.

‍