La renovación del tejido industrial burgalés ha recibido un nuevo impulso con los planes de inversión de los grupos Bekaert y Cropu. Estas compañías desembolsarán más de 40 millones de euros en la modernización de sus plantas de transformación y recubrimiento de alambre de acero y de componentes forjados de aluminio para la automoción, respectivamente. El proyecto del grupo Bekaert para Industrias del Ubierna (Ubisa) incluye el desembolso de treinta millones de euros tras completar en 2022 una inversión superior a los ocho millones de euros en la instalación de una planta solar fotovoltaica con más de 21.000 placas que contribuye a la rebaja del impacto medioambiental de su actividad.

145 millones de ingresos

Según información de Diario de Burgos, el proyecto para Ubisa es uno de los más voluminosos de la multinacional y ampliará la producción de cable de acero trenzado para el refuerzo de los neumáticos.

Bekaert da continuidad a una gran plan fotovoltaico

Las inversiones se ejecutarán en los próximos cuatro años con lo que se consolidará la proyección estratégica de una compañía que empleaba 365 trabajadores en 2022, ejercicio en el que batió su récord de ventas con 145 millones de euros, al tiempo que obtuvo un beneficio de 4,2 millones de euros. El plan contempla la construcción de naves con una superficie cubierta de 17.000 m2, la renovación de equipos e incrementar el grado de automatización con nuevas tecnologías.

Grupo Cropu, 70 millones de ingresos

Por su parte, Grupo Copru, que en 2025 cumplirá medio siglo de actividad, acomete inversiones de 12 millones de euros para la fabriación de nuevos componentes forjados de aluminio para el sector de automoción.

Grupo Copru cuenta entre sus participadas al 100 por ciento con las empresas de ingeniería mecánica Cropu y DAU Componentes, en el polígono de Villalonquejar de la capital burgalesa, y con la empresa cántabra Componentes y Conjuntos (Astillero). Estas tres empresas agregaron unas ventas de casi 70 millones de euros en 2022 y 330 empleos. Las inversiones de destinarán a la producción de componentes metálicos para los sistemas de ayuda a la conducción autónoma, según Diario de Burgos. Para ello acondicionará una planta de base digital y automatizada para la fabricación de estas piezas.