La transformación del catálogo de producto de Tubacex es una realidad que se resume con dos frases de su consejero delegado, Jesús Esmorís: “los productos que hace unos años representaban el 80 por ciento de nuestras ventas, ahora suponen el 20 por ciento”. Este salto se refleja en el hecho de que “hemos multiplicado por tres el precio de venta por kilo”. Es decir, el cambio de ‘chip’ en la estrategia ya se ha convertido en un cambio de ‘mix’, que se ha confirmado con la reciente obtención de un contrato de 65 millones de euros con Petrobras para los proyectos Sépia-2 y Atapu-2, que ha estabilizado su cartera de pedidos por encima de los 1.600 millones de euros.

El contrato con Petrobras contempla el suministro de más de 80 kilómetros de tubos CRA-OCGT, conexiones premium y accesorios, además de los servicios asociados de logística, mantenimiento de inventario, despacho a pozo, reparaciones y asistencia técnica durante la instalación de los tubos. Este proyecto, que da continuidad a otros de gran complejidad y exigencia como el del campo Buzios, “abre la puerta a futuras adjudicaciones estratégicas con Petrobras en los próximos meses”.

Más recursos para el cambio

El posicionamiento en productos de altor añadido se ha armado con una red internacional de empresas mecánicas, que dan servicio en las zonas de principal consumo de tubos OCGT, y de alianzas estratégicas que le aportan recursos en sus planes para posicionarse en el negocio de ‘low carbon’ y en otros campos de diversificación. En esta estrategia sobresale la joint venture creada con Mubadala (49%), que inyecta 195 millones de dólares, para impulsar su negocio de tubos CRA OCGT para gas. De salida, antes de que acabe el año, comenzarán los suministros para el megacontrato con Adnoc, con la producción de los tubos en España y la manufactura de acabado y roscado en la fábrica de Abu Dabi.