El centro tecnológico Tekniker desarrolla en el marco del proyecto europeo ‘Rewind’ diferentes soluciones avanzadas para facilitar la economía circular de los aerogeneradores. Las turbinas eólicas tienen una vida útil finita. Concretamente, su ciclo de vida oscila entre los 20 y los 25 años, por lo que una gran parte de la flota europea de turbinas llegará al final de su vida operativa en los próximos 10 o 15 años, con Dinamarca, España y Portugal como países que cuentan con los parques más antiguos de Europa. El principal objetivo de la iniciativa es desarrollar tecnologías críticas para el desmantelamiento de las palas de turbinas eólicas al final de su vida útil e implementar nuevas metodologías para la reutilización y reciclaje de materiales compuestos con el reto de aumentar su circularidad.

Reutilizarán las palas en paneles aislantes

Las aplicaciones potenciales de alto valor para los materiales a reciclar se demostrarán a través de la fabricación de dos demostradores diferentes para los sectores de la construcción y el automotriz, ámbitos que demandan continuamente soluciones de economía circular para reducir su impacto medioambiental. Entre los resultados esperados en el proyecto ‘Rewind’, destaca, por ejemplo, la reutilización de palas de aerogeneradores en paneles aislantes para edificios y paneles para vehículos eléctricos.

Aportación de Tekniker

El centro tecnológico se enfocará en el desarrollo de herramientas de software para facilitar el corte de las palas de aerogenerador y poder reciclar los fragmentos en otras aplicaciones con el menor procesamiento posible. Para la adecuación del material a los demostradores finales, aportarán la aplicación de diferentes tecnologías de corte: láser, mecanizado convencional, ultrasonidos, etc. Por último, el equipo de Tekniker desarrollará el proceso avanzado de delaminación LFD, que consiste en fragmentar las piezas de composites en cintas finas con longitudes mayores de 40 mm para obtener fibras recicladas con mejores propiedades mecánicas. El proyecto ‘Rewind’ está financiado a través del programa Horizon Europe de la Unión Europea y la agencia CINEA (European Climate, Infrastructure and Environment Executive Agency). El consorcio, liderado por AIMPLAS, está formado por 14 ‘partners’ de 7 países diferentes.