El centro tecnológico trabaja junto a empresas en numerosos proyectos de cara a desarrollar soluciones para el reciclaje de baterías, la valorización de plásticos, la producción de combustibles sintéticos y bioproductos
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La economía circular tiene un gran potencial para contribuir a la descarbonización de la sociedad. Un modelo de producción y consumo en el que el centro tecnológico Tecnalia cree firmemente para impulsar la transición medioambiental. Con una plantilla de 67 personas, el área de Circularidad de Tecnalia trabaja en la concepción de soluciones innovadoras que minimicen el uso de recursos naturales, maximicen la vida útil de productos, reduzcan la generación de residuos e impulsen su valorización, transformándolos en nuevos productos y materiales. Según explica su directora, Soraya Prieto, “nuestro objetivo es ayudar a empresas e instituciones a implementar modelos de producción y consumo más circulares, contribuyendo a un futuro más sostenibles y generando impacto en la sociedad. La demanda de soluciones circulares está creciendo exponencialmente. Cada vez más empresas son conscientes de la importancia de la sostenibilidad y buscan soluciones innovadoras para reducir su impacto ambiental”. El centro aborda la circularidad desde múltiples perspectivas. “Diseñamos productos y procesos productivos pensando en su ciclo de vida completo, minimizando el impacto ambiental y fomentando la reutilización de materiales”, señala. Este trabajo implica el desarrollo de nuevas tecnologías para transformar residuos en nuevos materiales y productos de valor, cerrando así los ciclos de materiales. Y a su vez, investigan la transformación de biomasa y CO2 en recursos energéticos y productos, además de impulsar la gestión circular del agua y optimizar la gestión de los recursos mediante el uso de herramientas digitales.
En el campo de los nuevos materiales, la innovación se centra en la búsqueda de alternativas sostenibles a los materiales convencionales, siendo un área de gran interés el desarrollo de materiales biobasados. La transformación de estos residuos y los productos finales obtenidos son diversos, y abarcan desde combustibles renovables o biomateriales basados en fibras, hasta paneles o recubrimientos adhesivos. La versatilidad de estos materiales permite su aplicación en múltiples sectores como la construcción, la automoción, el packaking y el textil, entre otros, ofreciendo soluciones más sostenibles. En cuanto al reciclaje de materiales compuestos, como pueden ser baterías, residuos electrónicos y paneles fotovoltaicos, Tecnalia desarrolla un amplio abanico de tecnologías. “A través de procesos físicos, químicos y biotecnológicos, somos capaces de separar y recuperar los componentes de valor presentes en estos materiales, además de invertir en el desarrollo de tecnologías avanzadas de separación. De esta manera, no solo damos una nueva vida a estos materiales, sino que también exploramos nuevas aplicaciones que amplían su valor y fomentan su reintroducción en los ciclos productivos, contribuyendo a una economía circular más eficiente y sostenible”, argumenta Soraya Prieto.
La falta de certeza sobre la rentabilidad inmediata sigue siendo una barrera
El área de Circularidad trabaja con una amplia variedad de empresas, desde grandes corporaciones hasta pymes, para ayudarlas a implementar modelos de negocio más circulares. No obstante, señala su directora, “aún hay muchas empresas que se enfrentan a un dilema: por un lado, reconocen los beneficios a largo plazo de la economía circular, como la reducción de costos, la mejora de la reputación y la contribución a un futuro más sostenible. Por otro lado, sin embargo, la dificultad de cuantificar y proyectar con precisión los retornos económicos a corto plazo de las iniciativas dificulta la justificación de inversiones significativas. La falta de certeza sobre la rentabilidad inmediata sigue siendo un barrera importante”. Para allanar el camino hacia la circularidad, Tecnalia ayuda a las compañías mediante el desarrollo de procesos, herramientas y metodologías más robustas para evaluar los beneficios económicos y medioambientales.
Tecnalia colabora en numerosos proyectos con empresas de diversos sectores, como el químico, la automoción, la construcción, la alimentación y la energía. Estas iniciativas se centran en soluciones para el reciclaje de baterías, la valorización de plásticos y residuos textiles, el tratamiento y la reutilización de efluentes y la producción de combustibles sintéticos y bioproductos, así como el desarrollo de herramientas que les permiten medir el impacto ambiental de los procesos desarrollados.
Algunos ejemplos concretos son el proyecto ‘Carbiow’, centrado en transformar la fracción orgánica de los residuos sólidos municipales en biocombustibles para el transporte marítimo y la aviación. O el proyecto ‘Rhinoceros’, en el que investigan tecnologías innovadoras para el reciclaje y producción de materiales para baterías ion-litio, desde el desensamblado hasta la extracción de metales por tecnologías hidro y pirometalúrgicas. En el proyecto ‘PSS-Pass’, estudian cómo extender el Pasaporte de Producto Digital (DPP) a un Pasaporte de Sistema Producto-Servicio Digital (DPSSP) para mejorar la circularidad en la industria manufacturera. “La hipótesis principal es que el análisis del ciclo de vida, respaldado por métodos de aprendizaje automático y datos dinámicos, permitirá decisiones más precisas sobre el ciclo de vida de productos y servicios”, concluye Prieto.
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