The Art of Discovery (TAD) allanará el desarrollo de nuevos medicamentos tras emprender un plan de expansión con el que diversificar los ensayos preclínicos que ejecuta para evaluar la eficacia de otros fármacos más allá de la malaria. Según explica a Empresa XXI su CEO y fundador, Iñigo Angulo-Barturen, la compañía se ha marcado dos objetivos partiendo de su posicionamiento, el know how adquirido en los últimos años y los modelos matemáticos desarrollados: aumentar las capacidades de producción e introducir nuevos productos en el mercado. Para la consecución de tales metas, ha definido un plan de crecimiento articulado en varias líneas estratégicas, cuya implementación requiere de un sobredimensionamiento tanto de instalaciones como de personal. De ese modo, podrá realizar ensayos para distintas áreas terapéuticas de forma simultánea, ya que en la actualidad la malaria bloquea la posibilidad de realizar ensayos en otros ámbitos con mayor capacidad de escalado y amplios mercados.

Con el respaldo del programa 3i de la Diputación de Bizkaia, los planes de TAD contemplan reubicar, entre 2024 y 2025, la actividad que viene desarrollando en BICBizkaia en unas nuevas instalaciones de 750 m2 en el polígono de Torrelarragoiti en Zamudio, sujetas a su adecuación para la puesta en marcha de nuevos laboratorios, animalario, sala blanca y oficinas.

Nuevos proyectos

El traslado de la actividad permitirá que la compañía aumente su actividad comercial e internacionalización, así como el desarrollo de nuevos proyectos de innovación que hasta el momento no han podido llevar a cabo por limitación de espacio y personal. Como declaran, están en condiciones técnicas de desarrollar y validar nuevos proyectos de innovación para incorporar más rápidamente sus servicios al mercado. Entre esos proyectos de investigación destacan el desarrollo de modelo preclínico para estudios de hemotoxicidad de compuestos destinados a diferentes enfermedades humanas y de uso veterinario; evaluaciones preclínicas de fármacos para el tratamiento de la inflación intestinal; estudios de eficacia para compuestos destinados a tratar cáncer; y vacunas y antienvejecimiento.

The Art of Discovey, conocida bajo las siglas TAD, fue creada en 2016 por el científico Iñigo Angulo-Barturen, junto a la bióloga María Belén Jiménez-Díaz y el abogado Joseba Fernández. Desde entonces, ejecuta ensayos preclínicos para comprobar si un medicamento que se está desarrollando es eficaz y cuál es su mecanismo de acción. Los estudios se desarrollan, principalmente, en ratones humanizados aplicando modelos matemáticos únicos de la compañía. El negocio comenzó con evaluaciones para nuevos medicamentos antimaláricos, que han tenido como fruto un producto de referencia internacional. El modelo, que ha sido apoyado desde el inicio por Medicines for Malaria Venture y por la Fundación de Bill y Melinda Gates, permite recoger información e interpretarla para dar respuesta a las incógnitas que se generan en torno al descubrimiento de un nuevo fármaco: si es eficaz, la ventana temporal de su eficacia, qué dosis hay que administrar o de qué manera.