La asamblea de SEA Empresas Alavesa, con la renovación de la presidencia unos días vista, se convirtió en la escritura de una carta muy larga de desafíos para los próximos años. Esto no quiere decir que Pascal Gómez, que dejaba el timón de la asociación a la que accedió en noviembre de 2011 para cubrir el hueco dejado por el fallecimiento de Juan José Azurmendi, haya disfrutado de un periodo paradisiaco. Como el mismo reconoció “hemos debido superar crisis de todo tipo”. Pero la empresa, si algo tiene de verdad en continuo, son los desafíos...

El legado

Juan Antonio Sánchez Corchero, vicepresidente de SEA, será el sustituto de Pascal Gómez al frente de la patronal alavesa. Su elección está prevista en este mes. Es presidente del grupo de formación Aspasia y director ejecutivo de Cars Caravans Gasteiz. Pascal Gómez, con más de 15 años en cargos de SEA, deja un gran legado. La nueva sede y 1.328 empresas asociadas individualmente. Un 19% más sobre 2008, cuando las afiliadas a la Seguridad Social cayeron un 8,2%, hasta 9.427.

El diputado general de Alava, Ramiro González, abrió la sesión agradeciendo “el trabajo y dedicación de Pascal Gómez”, y enumeró los tres desafíos primeros para el futuro: “Tenemos que promover más suelo industrial. Nuestros vecinos han planteado una competencia muy agresiva que debemos igualar”. Insistió en que es necesario “acelerar la llegada de la alta velocidad como elemento de competitividad”, y no se olvidó del déficit que puede suponer una red eléctrica débil en capacidad: “Hay que fortalecerla para atraer a la industria del futuro y respaldar la descarbonización”.

Los desafíos de la IA

La conferencia del CEO de la empresa alavesa Dialoga, Jorge Fernández, se centró en el gran reto que supone ‘La inteligencia artificial. Oportunidad o amenaza para las pymes’. Desgranó los fundamentos, las claves y el previsible impacto por sectores, pero sentenció que “la inteligencia artificial es más amenaza para las grandes empresas, y más oportunidad para las pymes. Los unicornios en 2030 serán empresas con menos de veinte empleos” gracias a la fuerza que les aportará la IA.

La intervención de Pascal Gómez, tras casi tres lustros de presidente, no se resumió en un listado de agradecimientos, que los hubo, ni en el salto que supondrá para la organización la nueva sede que inaugurarán próximamente en la zona de las universidades: “Será la casa de la empresa alavesa. Un sueño de 45 años en SEA que será un espacio abierto”. Igualmente, señaló que el observatorio de situación de las empresas alavesa mostraba cierto “optimismo”... pero la bonanza se quebró cuando citó el gran reto a superar por las empresas: “su nombre es absentismo laboral; y el apellido, falta de compromiso. Hoy 14.500 personas se han ausentado de su puesto de trabajo en Alava. Esto no puede seguir así. Exige que todos trabajemos sin demora en la búsqueda de soluciones. En SEA hemos lanzado el proyecto Empresa Saludable, y también un plan con el resto de territoriales para captar trabajadores en origen, en Latinoamérica”.

Medalla de oro a Urkullu

El presidente de SEA, como cierre de su mandato, impuso la medalla de oro de la asociación al Lehendakari saliente, en “agradecimiento por su demostrada preocupación por la realidad empresarial”. Iñigo Urkullu manifestó que “lo interpreto como un aval al modelo de colaboración público-privado que hemos compartido. Un modelo que se ha demostrado eficaz y que debemos seguir mejorando y desarrollando. El progreso del país demanda colaboración y no es posible sin un tejido económico e industrial fuerte”.

Tampoco se olvidó del absentismo, que también afecta a las administraciones: “Es cierto, Euskadi lidera las tasas de absentismo en el Estado. En ese indicador nos situamos cerca de la cabeza europea. Creo que no es para enorgullecernos. Es un dato que debemos revertir cuanto antes porque lastra nuestras posibilidades de competitividad y crecimiento”.

En la jornada de SEA, además, se entregó la III edición del premio ‘SEA al Compromiso Empresarial’, que destacó el trabajo en el asociacionismo empresarial alavés de Fernando Salanero, con una dilatada trayectoria en Herederos del Marqués de Riscal, que ratificó “sentir y defender las mismas inquietudes que hace 50 años y los mismos valores que cuando empecé a colaborar con Pedro Arroyo, primer presidente de SEA, y Pepe Zubia, con el objetivo de contribuir a la mejora de las empresas y del bienestar social en Alava”.