La sociedad de créditos participativos Luzaro, de la que son socios Kutxabank, Laboral Kutxa, Sabadell, Abanca-Bankoa, Gobierno Vasco y Enisa, rompió todas las previsiones de actividad en el primer semestre de 2024. La entidad incrementó el número de operaciones formalizadas con empresas en un 63 por ciento, hasta 119; y el volumen de crédito, en un 49 por ciento, hasta 30,4 millones de euros, cuando el plan de negocio para todo el año se estableció en 44 millones de euros. Esta aceleración del ritmo de concesiones, como señala a Empresa XXI su directora, Elena Urbizu, se debe a que “los bancos socios han optado por canalizar más operaciones a través de Luzaro”. Esta estrategia de diversificación y reparto del riesgo contribuye a que las entidades puedan atender más demanda de financiación de los clientes. Como ejemplifica Elena Urbizu: “El 47 por ciento de las operaciones de Luzaro hasta junio se formalizaron con aval de Elkargi, lo que también supone para nosotros una rebaja del riesgo y del consumo de capital. Esta operativa beneficia directamente a los clientes, a los que se les reduce la comisión de aval de Elkargi, que cae del 1 al 0,25 por ciento, y el tipo de interés aplicado al crédito por aportar la garantía de la SGR”. De esta forma, el reparto del riesgo entre más entidades provoca un efecto multiplicador al permitir la formalización de más operaciones de financiación.

La inversión concentra el crédito

Pero la noticia más positiva del semestre, además del mayor volumen de negocio, llegó con la fuerte posición inversora de las empresas: “El 85 por ciento de los fondos se destinaron a respaldar operaciones de inversión, el 13 por ciento a circulante y solo el 2 por ciento a reestructuración”. En este caso, Elena Urbizu señala que, aunque “las operaciones de reestructuración estén en un nivel mínimo, sí tenemos en estudio algunos planes de consolidación en cartera para créditos ya concedidos, que no supondrán consumo de dinero nuevo”. De hecho, confirma que no han registrado “ningún incremento de la morosidad en el semestre”, y se muestra muy esperanzada de que los resultados empresariales de 2023 de las empresas con créditos de Luzaro se mantenga al menos en línea con los de 2022, año en el que “el porcentaje de compañías en beneficios alcanzó el 75 por ciento”. Otra derivada de la fuerte actividad de Luzaro se registra con la apertura del estudio para solicitar una nueva línea al BEI que asegure la liquidez durante los próximos ejercicios. La línea en vigor es consecuencia del cuarto acuerdo firmado en 2021 por Gobierno Vasco, BEI y Luzaro. El BEI, entonces, aprobó 50 millones de euros, en dos tramos de 25 millones, que ahora están próximos a agotarse. En esta ocasión, y atendiendo al mayor desarrollo de la actividad de Luzaro, la línea podría alcanzar los 100 millones de euros, con lo que dispondrían del doble de fondos para financiar inversiones y liquidez de las pymes y midcaps a largo plazo en condiciones preferentes. Por último, desde Luzaro, se subraya que la industria se mantuvo como el principal sector cliente: “El 42 por ciento del crédito formalizado se dirigió a financiar sus actividades”, al tiempo que “un 17 por ciento lo recibieron empresas de servicios a empresas”. El tercer grupo en volumen de crédito fue el de “Servicios y reparaciones, con el 9 por ciento”.

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