Las cotizaciones bursátiles se enfrentan a un escenario favorable, pero con dudas que se reflejan en las pizarras bursátiles. La evolución del Ibex-35 es un ejemplo de que la situación mejora, pero con la prudencia muy presente. El índice bursátil español de referencia cerró el semestre a 10.943,7 puntos, lo que supuso una revalorización del 8,3 por ciento en los últimos seis meses y del 14,1 por ciento en los últimos doce meses. Estas ganancias, además, llegaron acompañadas de un alza del 6 por ciento en el volumen efectivo en la compraventa de acciones, por debajo del Ibex35, que alcanzó los 172.500 millones de euros. Las dudas del mercado, por tanto, se reflejan en el papel y el dinero y en esa frontera que se ha montado en el Ibex-35 sobre la cota de los 11.000 puntos.

6% SUBE EL NEGOCIO EFECTIVO DE ACCIONES

Como referencia, este índice acumuló en el primer trimestre (11.074 puntos) un alza superior a la semestral, para desinflarse en las siguientes semanas y volver con fuerza en mayo a los 11.322 puntos. De nuevo, las recogidas de beneficios se impusieron y provocaron un recorte del 3,34 por ciento del Ibex en el mes de junio.

Relevo en la punta del pelotón

La sensación que transmite el mercado en España es la falta de sectores que acompañen, o den el relevo alcista al sector bancario. No debe olvidarse que en los últimos doce meses Sabadell ha aumentado su cotización un 71 por ciento; Bankinter un 35 por ciento; BBVA un 33 por ciento, con una OPA hostil sobre la mesa; Caixabank un 31 por ciento; y Santander un 28 por ciento. Si atendemos al informe Estrategia 2024 de junio de Norbolsa, los grupos que protagonizarán las próximas subidas serían “infraestructuras, energías, utilities, alimentación, tecnología, telecoms y lujo”, mientras que mantiene una posición neutral con “seguros, banca y farma”; y negativa con “retail y autos”.

Este repaso sectorial no frena su “visión positiva del mercado”, en lo que influye “la bajadas de tipos de interés y la revisión al alza del PIB y de los beneficios empresariales”, así como “la salida de la estanflación en la UE, la desinflación y la fortaleza del mercado laboral”. Ahora bien, la crisis inmobiliaria china y el temor inflacionario en Estados Unidos, junto a sus elecciones presidenciales, se suman a los enquistados focos desestabilizadores de la geopolítica mundial, para formar los nubarrones a los que se enfrenta el mercado para abrir el candado de los 11.000 puntos del Ibex35.

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