Domingo, Javier, Eduardo, Pablo... integran la saga de los Zubiaurre que ha velado por una empresa que el 13 de septiembre conmemoró su centenario y reafirmó, en palabras de su gerente, Eduardo Zubiaurre, “el compromiso de la familia con la continuidad y desarrollo del proyecto”. Para seguir puliendo el futuro, JAZ ya tiene en el campo de juego a “la cuarta generación, con mi sobrino Pablo al frente de la dirección financiera”; y en despliegue un plan inversor que asegure capacidades y servicio, para “posicionarnos en el mercado como especialistas en soluciones de tratamiento mecánico de superficies”, y el crecimiento en los más de 60 países a los que exportan para complementar su papel referente “en Estados Unidos y España, países en los que vendemos el 50 y el 30 por ciento de la producción, respectivamente”.

Inversiones 2024-2025

El plan de inversiones de JAZ, que superará los tres millones de euros, profundizará en la especialización de Eibar en los productos de mayor valor añadido y en el incremento de la capacidad de producción en un 30 por ciento. Esta estrategia se completará con la continuidad en la externalización de los productos más estándar de su catálogo. El segundo capítulo inversor se destinará a la ampliación de su centro logístico en Estados Unidos (New Bedford, Massachusetts), de 2.000 a 3.500 m2, cuyas obras prevén concluir en el primer semestre de 2025.

Como destacó Eduardo Zubiaurre, “este año estamos creciendo a un ritmo del 10 por ciento en los Estados Unidos, lo que ya nos sitúa cerca de alcanzar el objetivo de ingresos”, que para la planta de Eibar es de 12 millones de euros.

Autoconsumo solar

En el campo de la sostenibilidad, analizan el plan para la ampliación de su planta solar fotovoltaica en Eibar, que “actualmente cubre el 25 por ciento de nuestro consumo”. El estudio incluye también la integración de baterías para elevar el rendimiento y disponibilidad de la instalación. Eduardo Zubiaurre concluyó su intervención poniendo en valor que “somos una empresa pequeña pero inquieta”, que cree en “el equipo”, como lo demuestra “la baja rotación” de una plantilla que ya supera los 60 trabajadores en Eibar y “nuestra participación en el tercer programa de Fabrika”... Para que el testigo no deje de entregarse desde hace un siglo.