Irizar Forge, especializada en la fabricación de componentes para elevación, ha dado un salto de gigante en su estrategia para aumentar la presencia en el ámbito de la energía eólica offshore. Su directora general, María Irizar, ha confirmado a Empresa XXI la reciente adquisición de un terreno adyacente a sus instalaciones actuales en Lazkao, primer paso del plan de crecimiento previsto para los próximos años. “Somos una forja especializada en la fabricación de componentes de grúas para trabajos pesados y su aplicación en entornos hostiles de tierra, mar y aire que ofrece soluciones a empresas EPC y OEM onshore y offshore”, explica la responsable.

En 2023, la facturación alcanzó los 18 millones de euros y, actualmente, el mercado offshore representa un 30 por ciento de la misma. El objetivo del plan apunta a aumentar esta participación al 50 por ciento en 2030, lo que, a su vez, elevará el volumen de negocio total en un 70 por ciento de los 20 millones previstos en 2025 hasta los 34 millones de euros a final del plan en 2030.

Más de un siglo de historia forjando

La empresa metalúrgica, que cumplió un siglo de vida en 2023, se prepara, de esta manera, para acometer lo que será la actuación más importante de la reflexión estratégica que diseñan, con un horizonte focalizado en el año 2030. Tras varios años de “crecimiento exponencial” primero deberán culminar el plan de negocio actual para poder pegar otro estirón previsto en el periodo 2025-2030. Para ello, consolidarán su posición en el área de elevación y aumentarán la influencia en el mercado offshore, tanto para elevación, como para amarre y arrastre de equipos flotantes en aguas profundas.

"La adquisición de este terreno es una oportunidad para mantener el arraigo en el Goierri"

La adquisición del terreno adyacente representa una oportunidad para “mantener el arraigo en el valle de Goierri”, señala la responsable. La nueva parcela dispone de una superficie de 5.000 m2 que se sumarán a los 12.000 m2 desplegados en sus actuales instalaciones.

Visión a corto, medio y largo plazo

Como explica María Irizar, esta ampliación permitirá, por un lado, abordar la optimización del layout actual y, por otro, implicará un importante incremento de la actividad industrial necesaria para atender la demanda prevista en los mercados Offshore, tanto en el sector Oil&Gas (OG) a corto y medio plazo, como en el Floating Offshore Wind (FOW), a medio y largo plazo. Para ello, la compañía destinará una inversión estimada en unos 12 millones de euros, de los que un 30 por ciento se dedicará a la fase de construcción y el 70 por ciento restante al equipamiento necesario para conformar el área de fabricación.

El plan apunta a la implantación de tecnología avanzada con un enfoque a la digitalización de procesos y eficiencia energética. El nuevo equipamiento posibilitará la fabricación de productos de diferentes tamaños y geometrías a las actuales de forma más eficiente; mientras que los equipos de ensayo para nuevos productos permitirán responder a las necesidades actuales y futuras.

Primera fase en 2026

El proyecto de ampliación se llevará a cabo por fases siguiendo la tendencia y necesidades del mercado. El planteamiento inicial prevé alcanzar la plena operatividad de la primera fase en el primer trimestre de 2026, con el objetivo de doblar la capacidad productiva en términos de toneladas procesadas y horas trabajadas, lo que conllevará un aumento de plantilla de 50 a 80 empleados a final del plan, en 2030. Las capacidades y competencias futuras les habilitarán para responder a proyectos de mayor envergadura que hoy por hoy no serían viables desde el punto de vista de eficiencia y rentabilidad. Con esta proyección, Irizar Forge se prepara para futuros proyectos en el mercado internacional, “aún en fase de prototipado, que cuando se lancen a escala comercial requerirá contar con capacidad disponible en toda la cadena de suministro”.