Gestamp ha lanzado el Plan Phoenix con el objetivo de recuperar la rentabilidad del negocio en la zona Nafta, tras retroceder el beneficio neto del grupo un 31,2 por ciento en el primer trimestre del año, con unas ganancias de 55 millones de euros. En total, registraron unas ventas de 3.049 millones, lo que supone una caída de un 3,2 por ciento sobre el mismo periodo de 2022, mientras que el Ebitda alcanzado fue de 315 millones, con una rentabilidad del 10,3 por ciento, excluyendo el Plan Phoenix.

Según avanzó su presidente ejecutivo, Francisco Ribera, en la Junta General de Accionistas celebrada el pasado 9 de mayo en Bilbao, “2024 es un ejercicio de transición en el que estaremos algo mejor que el mercado, con un crecimiento de ventas de entre un 2 y un 3 por ciento”. Estas estimaciones mantienen unos volúmenes de producción estables en línea con los de 2023, siendo la antesala de una nueva senda de crecimiento de la fabricación de vehículos en 2025.

El Grupo espera crecer entre un 2% y un 3% en 2024

Tras cerrar el ejercicio 2023 con unos ingresos récord, el fabricante de componentes para automoción incidirá durante los tres próximos años en duplicar la rentabilidad de las 15 plantas que tiene en la región Nafta, desplegadas entre México y Estados Unidos. Responsables de casi una cuarta parte de las ventas globales, en 2023 reportaron un margen de Ebitda del 6,7 por ciento, una cifra muy inferior al 12,6 por ciento de media del resto del grupo, como afirmó Ribera. El objetivo es llevar ese margen a doble dígito hasta lograr en 2027 unos porcentajes de entre un 11 y un 13 por ciento.

Plan de reestructuración

El plan Phoenix, que generará un gasto de 100 millones de euros hasta 2026, 33 millones en 2024, llevará a cabo un plan de reestructuración a dos niveles de intervención, que afecta a seis plantas en las que el performance está muy por debajo del grupo, mientras que las nueve restantes presentan unos niveles adecuados. Para revertir la situación, han asignado a esa media docena de factorías diferentes plantas expertas europeas como partners, dos de ellas de Navarra y Polonia. Ejercerán su ‘tutela’ durante los tres próximos años en aras de alcanzar la rentabilidad media del grupo. En caso contrario, procederán a una contundente reestructuración.

En la carrera del vehículo eléctrico

El vehículo eléctrico cobra cada vez un mayor protagonismo en las cifras de negocio de Gestamp. De los 3.049 millones de euros de ingresos obtenidos durante el primer trimestre del año, el 23 por ciento de las ventas correspondieron al vehículo eléctrico. Y de cara a 2027, la multinacional vasca prevé que lleguen a representar hasta el 50 por ciento, mientras el mercado se situará en torno a un 40 por ciento. Tal y como explicó el presidente ejecutivo, Francisco Ribera, el gran crecimiento que está experimentando el vehículo eléctrico, a una tasa de un 35 por ciento, está sucediendo en China, “un mercado difícil, en el que hemos sido capaces de crecer bien, y en términos de rentabilidad”.

El VE supondrá un 50% de las ventas en 2027

Los ingresos asociados al vehículo eléctrico representaron en 2023 un 20 por ciento de las ventas de componentes de automoción del grupo, lo que supuso un crecimiento de 6 puntos porcentuales sobre el ejercicio anterior. Ese salto fue gracias a la estrategia que mantiene para anticipar soluciones diferenciadoras para sus clientes, entre las que figuran productos como doorring y el battery box. En función de las perspectivas que maneja el fabricante, el segmento del vehículo eléctrico continuará siendo un motor de crecimiento. La tendencia hacia la movilidad sostenible es una realidad en todas las regiones en las que opera Getamp, donde espera que la penetración del vehículo eléctrico se mantenga estable durante los próximos años. En concreto, sus proyecciones apuntan a que experimente un incremento de un 26 por ciento en el periodo 2023-2027.

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