La Federación Vizcaína de Empresas del Metal (FVEM) está constatando el mantenimiento de los niveles de inversión, tanto en activos como en I+D, de sus compañías asociadas. Así lo confirmó su gerente, Adolfo Rey, quien subrayó que los desembolsos son fundamentales para que las empresas no dejen de ser competitivas y puedan abordar tanto la transformación digital como la ‘verde’. “Somos un sector en el que sin inversión no tenemos futuro”, incidió. El último informe de coyuntura del sector del metal de Vizcaya (primer semestre de 2024), elaborado por FVEM a través de una encuesta entre sus empresas miembro, pone de manifiesto que en la primera mitad de este año se produjo una tendencia hacia la normalización del nivel de la actividad industrial, con una pérdida de fuerza que se inició a mediados de 2023, un ejercicio de fuerte repunte. Tanto Rey como la presidenta de FVEM, Begoña San Miguel, destacaron la buena marcha de las empresas de instalaciones y montajes, en gran medida traccionadas por la evolución que vive el sector eléctrico, mientras que las compañías especializadas en la fabricación de maquinaria han tenido una actividad más contenida. Para la segunda parte de 2024, la federación considera que el nivel de actividad no mejorará, ya que el indicador FVEM desciende hasta el 75 por ciento, el segundo peor dato desde la salida de la pandemia (en los últimos tres semestres se mantuvo oscilante entre el 78% y el 79%).

Mercados y carteras

Respecto a las perspectivas para los mercados para los próximos 6 meses, la previsión es peor que la que se anticipaba hace un año, aunque similar a la que se tenía al inicio de este ejercicio. Solo el 10 por ciento de las compañías de FVEM espera tener mercados en recesión, cerca de un 37 por ciento prevé tenerlos en reactivación y el 53 por ciento restante estima que los mercados se mantendrán estables durante el periodo indicado. En lo que hace referencia a la evolución del nivel de pedidos en cartera, tras la pandemia ha estado sujeto a variaciones continuas con una tendencia de mejora que se concretó a mediados de 2023 con una excelente situación. Desde entonces, se mantienen los niveles de pedidos normales, pero existe una tendencia de reducción de las firmas que hablan de niveles fuertes (24,5%) y un aumento de las que apuntan a los débiles (33%), por lo que a mediados de 2024 las carteras han perdido fuerza.

Facturación y empleo

Tras seis semestres consecutivos de crecimiento, especialmente en el primero de 2023, en junio descendió el porcentaje de firmas que esperan facturar más (al 30,6% del total), si bien para la segunda mitad de este año experimentan un ligero aumento (32,4%). En cuanto al empleo, tras ganar 1.281 puestos hasta junio, la mayor parte de las empresas (70%) considera que tiene un nivel de plantilla adecuado. Aún así, FVEM estima un nuevo aumento de 1.000 empleos de cara a fin de año.

Los factores económicos que más preocupan a las empresas de FVEM son, en este orden, el exceso de regulación y la debilidad de la economía, tanto de la internacional como la de la española. Desde el punto de vista de la competitividad, apuntan, principalmente, al absentismo laboral actual, la dificultad para contratar por la falta de perfiles adecuados y los elevados costes laborales y de las materias primas.