La mascarilla de la ‘covid’ ha pasado a la historia para el sector aeronáutico, que fue uno de los que más sufrió la crisis sanitaria mundial. La recuperación de la actividad aeroportuaria, lentamente, se ha trasladado a la demanda de aviones para devolver a la normalidad el negocio de construcción. Este nuevo escenario lo resume el director general de Egile Mechanics, Gustavo Lascurain, en el cambio del modelo de gestión: “Hasta este mismo año, para enfrentarnos a la inestabilidad y la volatilidad del mercado aeronáutico, hemos trabajado con planes de negocio anuales.

Adaptarse al largo plazo

Sin embargo, la consolidación y aceleración de la demanda de aviones, helicópteros y sistemas de defensa nos exige adaptar el modelo de gestión al largo plazo para integrar los programas en cartera. En estos momentos estamos diseñando el Plan 2025-2029, con una primera fase hasta 2027”. Para contextualizar el momento que vive Egile en un sector aeronáutico y de defensa expansivo, la ingeniería y fabricante guipuzcoano cerrará 2024 con nuevos récords en todos los apartados clave del negocio. El crecimiento constante de los ingresos: un 14% en 2022, un 15% en 2023 y un 30% en 2024, ha empezado a tensionar el taller, como reconoce Lascurain: “La previsión de 2025 apunta a un aumento de los ingresos del 12%, lo que prácticamente supondrá saturar la capacidad industrial en casi todas nuestras unidades de negocio”.

Prepara la industrialización de nuevos programas para Safran, ITP Aero y Sener

El gran desafío para Egile, de esta forma, es dar respuesta al desarrollo de los nuevos programas surgidos de su colaboración con sus clientes-tractores: Safran, ITP Aero, Sener, o Airbus, que deberán industrializar en los próximos años y que darán continuidad a su proceso de expansión. La respuesta la canalizarán a través de “un plan inversor que, en su primera fase 2025-2027, ampliará nuestra capacidad en las plantas de Mendaro, en la que concentraremos los nuevos medios para aumentar la fabricación de componentes para turbinas; y de Itziar, en la que se instalarán la mayor parte de los nuevos medios industriales para el resto de las unidades de Aeronáutica y Defensa”.

Los números del plan para la primera fase contemplan, en su apartado orgánico, invertir casi 20 millones de euros en I+D, equipos e instalaciones, incrementar la plantilla desde los 270 profesionales actuales a más de 300 y superar los 50 millones de euros de ingresos en 2030. El despliegue de fuerza industrial, que aumentará su capacidad en más de un 25%, supondrá el relanzamiento del proyecto para Itziar, frenado en su día por la crisis ‘covid’, en la que actualmente tienen en servicio 2.000 m2 con una disponibilidad de 7.500 m2 cubiertos.

Nuevas células

Como la capacidad de tratamiento, situada en Itziar, es excedentaria, el grueso de las compras se destinará a la incorporación de células de producción en base a los componentes a fabricar, para “ganar flexibilidad operativa”. Gustavo Lascurain reconoce que “las rutas de nuestros procesos son largas y muy complejas, por lo que necesitamos una gran variedad de tecnologías”, como centros de mecanizado, torneado y rectificado, así como todo tipo de sistemas de metrología en línea: “En nuestros equipos predominan la maquinaria de cinco ejes, centros de torneado, rectificado, EDM y sistemas automatizados, aunque nuestro primer objetivo siempre es asegurar la robustez y calidad de los procesos, para a continuación analizar la posible robotización de los mismos”. La ampliación del radio de tecnologías de Egile también se incluye en el nuevo plan. En este caso, estudiarán la opción de afrontar operaciones inorgánicas, “de momento no hay ninguna operación a la vista -subraya Lascurain-. El objetivo sería incorporar procesos complementarios a los nuestros para evitar largos periodos de capacitación y desarrollo de tecnologías y para acortar los plazos de respuesta a demandas futuras de los clientes”. En este caso, las acciones reforzarían la labor de diversificación del Grupo en los últimos años, que, por ejemplo, impulsa una escalada manufacturera en componentes para turbinas aeronáuticas, proyectos en motores eléctricos para aerotaxis o nuevos programas en defensa, área que, en 2026, aportará más del 15% de los ingresos del grupo, cuando en 2022 representaron el 5%.

Egile echa más combustible a su innovación tecnológica

Una seña de identidad de Egile y de sus promotores, Alfonso Urzainki y Eduardo Junquera, es la apuesta histórica por el mecanizado de alta precisión, pero, sobre todo, una vocación ininterrumpida por la I+D+i y la búsqueda de negocios punteros. El nuevo capítulo en la historia del grupo, iniciado con el fin de la crisis ‘covid’, no frenará este apartado, que empieza a tener su reflejo en proyectos a mercado. Gustavo Lascurain reconoce que “hemos crecido muchísimo en la inversión en innovación en los últimos años. Supone cerca del 15% de los ingresos y contamos con un importante equipo de ingenieros y doctores dedicados en exclusiva a estas labores”. El trabajo se centra preferentemente en “el desarrollo de sistemas de transmisión y, más allá de eso, en los motores eléctricos para aviación, tanto para propulsión como auxiliares, y en la hibridación, por ejemplo, de bombas de lubricación, lo que nos abre puertas en proyectos que van desde los aerotaxis a los aviones de gran tamaño”. Nuevos canales de actividad los empiezan a abrir en motores eléctricos y electrónica: “Egile es un especialista en mecánica, pero ya venimos capacitándonos internamente y a través de colaboraciones con centros como Ceit y Tecnalia, para crecer en motores eléctricos y electrónica de control y potencia”. La potenciación de la captación de conocimiento se ha refrendado con su participación en los programas Hazitek y Elkartek 2024 con seis proyectos, para los que ha comprometido una inversión de casi 1,6 millones de euros. A estos planes agregan varios programas del CDTI, como ‘Aperturas’ o ‘AFA-3e, o la participación en proyectos de Defensa a través de ITP Aero.