Biolid continúa avanzando en su estrategia de crecimiento con la consecución de los objetivos de productividad y sostenibilidad como compromiso de futuro, apoyado en una política de inversión que contempla la modernización de los medios de producción y la ampliación de la plantilla en un 9 por ciento. En el marco de este plan de inversión que, en los próximos meses, superará el millón de euros, el CEO de Biolid, Guillermo Buces, ha destacado a Empresa XXI la adquisición de un sistema Lundberg de absorción de la malla de las etiquetas fabricadas, que permite la gestión del desperdicio y reducir la huella de carbono.

La instalación del sistema, centralizado y de elevada complejidad, arrancará en las próximas semanas, con la previsión de que su puesta en marcha complemente la operativa de una máquina de acabados AB Graphic, recientemente incorporada, en línea con los objetivos de calidad y mejora de los tiempos de entrega. Con esta finalidad, trabajan en un proyecto de I+D aplicado a esta nueva máquina, para su adaptación a las necesidades especiales de producción de etiquetas que exige el sector de automoción.

Proyectos con Bosch

En este ámbito, el responsable ha explicado que la compañía ha cerrado, durante el primer semestre del año, varios proyectos con fábricas ubicadas en China e India. Más concretamente, dos nuevas plantas de Robert Bosch, una para la fabricación de baterías de celdas de hidrógeno para automóviles, y la otra para baterías de ebikes. “Las homologaciones se llevarán a cabo en el último trimestre del año, y la producción en serie arrancará en 2025”. Estos proyectos responden a una estrategia de especialización en etiquetas para diferentes tipos de baterías cuyo despliegue convierten a Biolid en “el proveedor más especializado a nivel nacional en la producción de esta nueva gama de etiquetas”, señala Guillermo Buces.

Realidad que ya ha impulsado contactos con los responsables de la nueva planta de baterías que se construirá en el País Vasco, de cara a convertirse en suministrador, y/o a facilitar el servicio de asesoramiento necesario en cuanto a materiales o tintas a utilizar, entre otras cuestiones.

Diversifica mercados

En el sector de gran consumo, uno de los principales clientes de la compañía, Unilever, ha comunicado oficialmente la adjudicación de nuevos proyectos, lo que implicará la fabricación de más de 70 millones de etiquetas en el año, y la consiguiente capacidad de producción necesaria que las últimas inversiones realizadas permitirá afrontar. La estrategia de diversificación sectorial seguida por Biolid, le ha llevado también a focalizar el sector vitivinícola, en el que han observado “un crecimiento importante en los últimos meses”. Con el fin de poder acceder a la demanda potencial que representa este sector, planean una próxima inversión para finales de año, en una nueva máquina de fabricación de etiquetas orientadas al portfolio de productos que oferta este sector, y dar servicio a bodegas con grandes producciones en tiempo y forma. Para ello, estudian opciones de máquinas entre los fabricantes del País Vasco, así como de Italia o Reino Unido.

Alianzas

Otro de los ejes estratégicos de Biolid focaliza el establecimiento de alianzas con empresas del sector como Etiquetas Extremadura (Badajoz), que posibilita la optimización de recursos y la mejora de la calidad del servicio a los clientes en plazos de entrega, así como el acceso a proyectos más exigentes. Es el caso de Label Market, cuyo acuerdo de colaboración ha implicado la fabricación de 170 millones de etiquetas en el primer semestre, abriendo la puerta a otros mercados como el de logística en el que la nueva Lundberg permitirá “optar al suministro de grandes pedidos de etiquetas de las plantas logísticas que se abren en España”. En el primer semestre, Biolid creció alrededor de un 5 por ciento en ventas respecto al mismo periodo del año anterior, y la estimación para el año completo apunta a un alza de entre el 6 y el 8 por ciento.