La estibadora Algeposa sigue dando pasos firmes para el desarrollo de una terminal ‘ecoeficiente’ en el puerto de Pasaia, dentro de su compromiso de descarbonización. La compañía, del grupo Algeposa, espera tener en funcionamiento a finales de este año su nueva grúa híbrida Mantsinen 300, capacitada para aumentar la eficiencia energética de las operaciones portuarias y reducir la huella de carbono. El equipo, que puede operar en modo 100 por ciento eléctrico, llegará montado a la dársena en diciembre, procedente de Finlandia. La inversión supera los 4 millones de euros. “La grúa híbrida Mantsinen 300, la primera de estas características en la Península, marca un hito importante en el proyecto Algeposa Pasaia EcoTerminal”, señaló Carmen Echeverria, vicepresidente de Algeposa.

La nueva grúa operará en una concesión de 7.247 m2 en el Muelle Buenavista, con destino a la explotación de una terminal polivalente. La parcela, otorgada por un plazo de 30 años a Algeposa, cuenta con tres grúas y capacidad complementaria de dos almacenes. La concesión se sitúa junto al almacén multimodal de la compañía, cuya ampliación inauguró en septiembre de 2021, tras una inversión próxima a los 2,5 millones de euros. En concreto, la instalación pasó de 6.200 a 10.500 m2, con una capacidad estática para 2.500 bobinas, frente a las 1.500 anteriores. La nave, además, está preparada para los tres anchos de vía y capacidad para 24 vagones, en línea con su apuesta por el ferrocarril.

Sube la productividad

El proyecto ‘Algeposa Pasaia EcoTerminal’, que se abrió con la ampliación de su almacén multimodal, también incluye la automatización de los accesos y proceso, lo que ha elevado la productividad del almacén de 600 a 900 t/hora. Al mismo tiempo, ha eliminado la maquinaria auxiliar de combustión durante la descarga, ha sustituido la ronda de camiones por equipos de gran tonelaje y, en una última fase, el almacén se equipará con grúas automatizadas e instalación fotovoltaica. Algeposa, que cuenta con más de 34.000 m2 en el puerto de Pasaia, es uno de los principales dinamizadores de la dársena guipuzcoana, gracias, principalmente, al tráfico de mercancías como bobinas, chapas de acero o madera.

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