Las ultimas semanas hemos vivido en primera persona la importancia que tiene la cadena logística en cualquier parte de nuestra economía. Nos afecta y mucho, porque completa un eslabón fundamental para satisfacer la necesidad de nuestros clientes en la cantidad debida y en el plazo esperado. Sin embargo, no es el área logística una de las más avanzadas en la digitalización de los procesos.

Son muchas las empresas que siguen gestionando su relación con carriers e intermediarios con sistemas poco evolucionados, cuando no basándose en procedimientos manuales soportados por múltiples hojas de cálculo. Un reciente estudio de YouGov para Teamviewer cifraba en un 36% el número de compañías del sector que había iniciado su proceso de transformación digital, por no hablar de los departamentos integrados en otras muchas empresas.

Mejoras en la productividad a la hora de planificar y gestionar rutas y envíos, de los costes derivados de una mejor sincronización de procesos o cargos de demora, una mayor transparencia a lo largo de la cadena y como consecuencia mayor predictibilidad y satisfacción por parte de nuestros clientes, están entre algunos de los beneficios que cabe esperar. El desarrollo de APIs que permiten capturar e integrar fácilmente la información necesaria unido a plataformas avanzadas de desarrollo facilitan ya el camino a quien quiera emprenderlo.

Compañías como Transfollow, Project 44, Oceaninsights o Shipeo, entre otras, proporcionan información en tiempo real sobre un transporte concreto. Aplicaciones como las desarrolladas por SalesForce y sus partners como Neurored, integran estos datos combinándolos en modelos de predicción y optimización y herramientas de visualización para una toma de decisiones más focalizada y eficiente. Mejorar la eficiencia de nuestra cadena logística no es sólo una oportunidad, sino una necesidad real.

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