Para la ciudadanía, el acceso a la misma es uno de los grandes problemas y debe ser prioridad del nuevo Gobierno Vasco
El precio de la vivienda se disparó en el País Vasco un 8,5 por ciento en el segundo trimestre de este año con respecto al mismo periodo del pasado ejercicio, según se desprende de las estadísticas hechas públicas por el INE. Se trata de una subida ligeramente superior a la de la media española (+7,8%), aunque se acrecienta en el caso de la vivienda nueva, donde la CAPV lidera, junto a Cantabria, el ránking de las alzas autonómicas, disparándose hasta el 15,2 por ciento (+11,2% en el conjunto de España).
Las dificultades de acceso a este bien básico para el desarrollo vital, especialmente para el de los más jóvenes, está en el punto de mira de la sociedad vasca. Así, el último DeustoBarómetro Social (verano de 2024) pone de manifiesto que el de la vivienda es uno de los principales problemas de la CAPV, únicamente tras la inflación, la sanidad, la delincuencia y los recortes en los servicios públicos. De hecho, los encuestados consideran que la vivienda debe ser la segunda gran prioridad del nuevo Gobierno Vasco, solo superada por la sanidad. El propio Consejo Económico y Social (CES) vasco, en su última Memoria Socioeconómica (2023), reconoce que el acceso a la vivienda continúa siendo uno de los retos estructurales de nuestra sociedad.
Totalmente de acuerdo. Ahora, la pregunta del millón: ¿qué se puede hacer? El órgano consultivo aboga por profundizar en el Pacto Social por la Vivienda de Euskadi (2022-2036), rubricado por casi de 90 organizaciones. Precisamente, alrededor de él se articularán buena parte de los planes públicos recogidos en este ámbito en el programa de gobierno PNV-PSE para facilitar el acceso a la vivienda en la presente legislatura. 33 iniciativas alrededor de cinco compromisos que les invito a consultar. A ver si acertamos.
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