Un 70 por ciento de probabilidades. Ese es el porcentaje que mantiene en vilo a la Unión Europea ante la posible reelección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos el próximo otoño. Una hipotética vuelta a la Casa Blanca que, a medida que pasa el tiempo, cobra mayor fuerza. Entre la estrategia y la redención, el candidato republicano se abrió paso en la carrera electoral en poco menos de un mes como si de un guion cinematográfico se tratara. La desastrosa actuación de un desorientado Joe Biden en el debate presidencial; un magnicidio frustrado; y, finalmente, la renuncia del presidente a repetir mandato han hecho saltar las alarmas sobre un hipotético segundo mandato de Trump, dispuesto a culminar la cruzada comercial que emprendió en 2017.

Pero a diferencia de aquel entonces, cuando irrumpió en el Despacho Oval como un elefante en una cacharrería, en esta ocasión ha perfilado un plan más radical. Bajo el lema ‘Make America Great Again’, el candidato del Partido Republicano ha anunciado una política proteccionista con aranceles a todos los productos que importe el país. Propone un arancel mínimo del 10 por ciento sobre todos los productos importados, gravamen que incrementa hasta un 60 por ciento en el caso de los bienes procedentes de China.

Ya hay quien augura que esas medidas podrían reducir el PIB de la zona euro en un 1 punto porcentual, además acarrear otras contrapartidas como un dólar más fuerte y una mayor inflación. Malos augurios para una Europa en horas bajas. Veamos qué nos depara el próximo 5 de noviembre.