Los efectos del Covid en el gasto público han sido devastadores
Con la guerra como telón de fondo y en un marco europeo exento de normas de control del gasto público, el Gobierno español ha enviado a Bruselas su Plan de Estabilidad 2222/25. Una vez aprobado la política económica de nuestro país, incluidas las comunidades autónomas, deberá cumplir con los compromisos que en él se contienen en materia presupuestaria.
El Plan se presenta en un contexto de crecimiento económico y de salida de la crisis Covid y nos anuncia que dicho crecimiento se irá desacelerando a lo largo del período. El fuerte impulso de los años 2021/22/23, con un crecimiento medio superior al 4%, se explica por el acelerón del consumo, la inversión (importante apoyo del NG europeo) y el turismo, que en 2022 alcanzará un 80% del nivel prepandémico. Al final del período se debilitará el efecto del desahorro en el consumo, cederá también el gasto público y aunque el sector exterior se estima que tomará el relevo, lo hará de forma moderada dadas las incertidumbres que rodean al comercio mundial.
Los efectos del Covid en el gasto público han sido devastadores. Las subidas en puntos de PIB y los niveles de Deuda Pública/PIB en el año máximo 2020 fueron: Unión Euro, +13,8 p/ 97,3%; USA, 25,4p / 134,2%; España, 14,5p / 120%; Francia, 17,8p /115,2%; Alemania, 9,8p /68,7%; Italia, 21,2p / 155,3%. En el caso de la UE los países más dependientes del turismo se han visto más impactados y más necesitados del apoyo público para evitar el derrumbe empresarial y hacer frente a las necesidades sociales extraordinarias.
El Plan propone una reducción de 6,3 puntos en el gasto, hasta situarlo en un 44,3% del PIB en 2025 y los ingresos no financieros bajarán 0,8 puntos. En ambas partidas se aprecia una sintonía con las estimaciones del Fiscal Monitor del FMI para los países citados. Confiemos en que la guerra y la inflación no compliquen el escenario.
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