"En tiempos de tribulación, no hacer mudanzas”, esta es una de las célebres frases de San Ignacio de Loyola que más ha sido repetida y empleada por el empresariado de todo el mundo tratando de justificar que no hay que tomar decisiones críticas en la empresa con la justificación de encontrarse en un escenario de crisis o de cambio, que previsiblemente hace más recomendable esperar a que las cosas se aclaren para tomar las decisiones con mayor claridad y con el escenario más despejado. Con esta frase se viene a justificar que las grandes decisiones no hay que tomarlas cuando se atraviesan momentos de crisis/cambios, y que es mejor mantener los principios y estrategias básicas en los momentos críticos y esperar a que la situación se aclare para tener más estabilidad para la toma de decisiones.
Yo siempre he sido crítico con esta interpretación por dos motivos. En primer lugar, considero que los momentos de crisis, exigencia y cambio no son algo excepcional sino un elemento más presente en la vida de las entidades y hay que contar en que los actuales momentos de cambio pasarán, pero vendrán otros posiblemente más intensos y exigentes y no podemos quedarnos quietos. En segundo lugar, si queremos ser una entidad referente en nuestro sector, no podemos limitarnos a esperar a ver lo que sucede, tenemos que ser proactivos y liderar el cambio. Es decir, ambos motivos nos inducen a seguir desplegando nuestra estrategia y tratar de anticiparnos y prepararnos para la nueva situación.
Además creo que San Ignacio en su célebre frase, si la leemos en su integridad, nos llama precisamente a seguir con nuestra estrategia, pues continúa así “ ... mas estar firme y constante en los propósitos y determinación en que estaba el día antecedente, …” . Por todo ello siempre hay que impulsar el cambio.
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