Unifica en Amurrio las actividades de acería y estirado en frío para ganar eficiencia y versatilidad en su diversificación industrial
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La dirección de Tubos Reunidos espera celebrar los 130 años de historia de la compañía -se fundó en 1892- con el afianzamiento de las principales acciones previstas en su Plan 2021-2025. El objetivo pasa por recuperar la rentabilidad del grupo, impactada por las sucesivas crisis del oil&gas y la covid-19, y, como destaca su presidente, Francisco Irazusta, “mirar al futuro y formar parte de la transición energética. Se trata de un cambio estratégico que nos permitirá afrontar nuevos proyectos en el ámbito de las energías limpias y del hidrógeno”.
En esencia, el plan de Tubos Reunidos persigue racionalizar toda su estructura societaria e industrial con el menor impacto social posible, para lo que han desechado la aplicación de ERE’s. Por un lado, fusionarán en una empresa Tubos Reunidos Industrial, Productos Tubulares y la navarra Acecsa; y, de otro, concentrarán sus dos acerías y sus dos unidades de estirado en frío en Amurrio, con el cierre de las instalaciones de Trápaga y Pamplona, respectivamente.
El objetivo, como han detallado a Empresa XXI desde la compañía, es disponer de “una acería más moderna, más eficiente y capaz de elaborar todos los grados y formatos actuales y, adicionalmente, nuevos aceros que hoy no podemos fabricar en casa”. Del mismo modo, la concentración del estirado en frío permitirá “fabricar todos los productos actuales en un único centro y de forma más eficiente”.
Para alcanzar estas metas, el Plan prevé el desembolso de 60 millones de euros en Amurrio y Trápaga en el periodo 2021-2025, para lo que cuenta con 112,8 millones de euros del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, gestionado por Sepi. Estos recursos se emplearán en introducir nuevas tecnologías digitales (big data, data analytics, visión artificial, deep learning o digitaltwins), que reducirán las emisiones de CO2 y mejorarán la eficiencia; y en innovación y desarrollo de nuevos productos para penetrar en otras áreas de actividad.
Desde Tubos Reunidos califican de “clave para el desarrollo de la estrategia de transformación y crecimiento” la creación de la nueva acería en los próximos meses. Estas instalaciones reducirán la dependencia del suministro exterior de algunos aceros inoxidables y concentrarán producciones en la elaboración de aceros de mayor valor añadido La especialización supondrá que Trápaga concentre la fabricación de tubos sin soldadura en aceros al carbono, aleados e inoxidables, laminados en caliente, de gran diámetro; mientras que Amurrio centralizará los tubos de acero sin soldadura en aceros al carbono y aleados, laminados en caliente y estirados en frío, con diámetro de hasta 7 pulgadas.
La dirección del grupo también ha presentado el plan social, que establece el traslado de 108 trabajadores a Amurrio de los 1.300 que integran la plantilla: 38 desde Pamplona y un máximo de 70 de la nómina de 415 de Trápaga. El ajuste de plantilla se canalizará “sin impacto social a las personas nacidas entre 1958 y 1961”. La implementación de todas estas medidas contribuirá, en palabras de Francisco Irazusta, a reposicionar al grupo para un mejor aprovechamiento de las nuevas oportunidades en productos y negocios.
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